Buscando una follada por barrios oscuros.

Atención al relato que me acaba de llegar, os prometo que no tiene desperdicio. 


El hecho que les paso a contar sucedió el Viernes. Esa noche decidí dejar mi auto cerca del límite de capital y la provincia de Bs. As., concretamente en Liniers y de ahí tomar un colectivo y no sabía hasta donde solo que iba a buscar un lugar oscuro y peligroso. No se exactamente donde me bajé pero estuve viajando cerca de 40 minutos. Vi que la zona era muy solitaria y con muy poca iluminación y fue el lugar donde decidí bajarme. 


Esa noche estaba vestida muy perra. Parecía que gritaba a gritos que me violasen, lo cual era la idea. Usaba un short negro muy corto, que apenas me cubría la cola y estaba realmente apretado, una musculosa negra, ajustada también, un saquito negro y unas botas cortas negras. Caminé por la zona unos 20 minutos, desde los autos que pasaban escuchaba que gritaban, desde me quiero casar a puta de mierda, pero ninguno paraba, hasta que cerca de las 2 de la madrugada, se me acerca una camioneta blanca, no se mucho de vehículos, pero creo que era una Traffic. De la ventana del acompañante, saca la cabeza un chico de 22 o 23 años, mas de eso no tenía y me pregunta si necesitaba que me alcance a algún lado. Estuve cerca de decirle que no, pero al final dije porque no. 




Me dijo que se llamaba Martín. Subí por la parte trasera de la camioneta y noté que había otro chico sentado en unos de los asientos traseros. Lo saludé con un beso en la mejilla, se presentó como Lucas y me senté junto a él. Tanto el que iba atrás como el que manejaba eran mas chicos que el que comenzó a hablarme. Parecía que habían terminado el secundario. Comenzamos a hablar, me contaron que venían de una fiesta y que estaban calientes porque no la habían podido meter en toda la noche. Por dentro pensaba como sería que me garchen los tres pendejos, y la idea comenzó a gustarme. 

Me saqué el saquito y quedé con la musculosa. Ya me miraban mal antes de eso, pero después que quedé sola con la musculosa, parecían muy pajeros, no lo podían disimular. Me miraban sobre todo las tetas y las piernas. Debo decir, que los provocaba por mi parte, me cruzaba de piernas, sacaba pecho y los tocaba tímidamente y eso los estaba volviendo locos. En un momento vi que el que manejaba, me miraba mas las piernas que el camino y finalmente me animé. Les dije porqué en vez de comerme con los ojos, no me dan una buena cogida. Se pusieron colorados, como si no lo viesen venir pero a la vez, parecía que habían ganado la lotería. 



Le dije al que estaba sentado al lado mio que de vuelta el asiento, porque estos giraban a 360º y podíamos estar mas cómodos. 

Una vez que dio vuelta el asiento, me paré y caminé hacia el, me saqué la musculosa y me arrodillé frente a él, que seguía sentado. Le desabroché el pantalón y le bajé el cierre, metí mi mano por debajo de su bóxer y agarré su pija, que ya estaba completamente erecta. Comencé a lamer la cabeza de su pene mientras amasaba sus huevos con mi mano derecha, y de a poco me iba metiendo su pija cada vez mas adentro. Mientras le comía la verga, sentí como Martín se arrodilló detrás mio y empezó a frotar su pelvis, con la ropa puesta contra mi culo, me desabrochó mi corpiño y empezó a apretarme las tetas, era bastante brusco, se notaba que le falta tacto con las mujeres, pero a mi me gustaba igual, sobre todo cuando pellizcaba mis pezones con mucha violencia. Sentía como su verga se ponía dura contra mi orto, la situación me hacía mojarme toda. Ya tenía la pija de Lucas bien adentro de mi garganta, cuando sentí que me bajaban el short y la diminuta tanga blanca hasta las rodilla. Sentí un hermoso pedazo de carne tocar mis labios vaginales, su cabeza grandota buscaba mi orificio vaginal, que ya estaba bien húmedo, finalmente lo encontró y su miembro me penetró llevándome al éxtasis, saqué la pija de Lucas de mi boca y grité desenfrenadamente. El tamaño de la pija de Martín no era muy grande, pero tenía una cabeza inmensa, desproporcionada con el tronco de su pene, cada vez que me la metía y sacaba completamente, me hacía gritar de placer. El que manejaba, no aguantó mas y se detuvo en un lugar. Se unió a nosotros, se bajó el pantalón y empezó a masturbarse. Con mi mano derecha empecé a pajearlo. Tenía un muy buen tamaño de pija, cerca de 18 cm. Y era extremadamente venosa, quería sentirla en mi garganta.

Estaba desenfrenada y quise tener las 3 pijas dentro mio. Me paré, ellos se seguían masturbando, me escupí mis dedos y me lubriqué el ano, no mucho porque la pija de Lucas ya estaba llena de mi saliva por el pete que le estaba dando. Me senté sobre la chota de Lucas, y de a poco su verga esta bien adentro de mi orto, le dije a Martín que me la meta en la concha y el conductor me la metió en la boca, estaba siendo triplemente penetrada por primera vez en mi vida. Tenía una pija incrustada hasta el fondo de mi culo, una verga que entraba y salia de mi concha y encima una chota durísima penetrando me la garganta hasta sentir sus huevos contra mis labios. Mientas me penetraban la concha y el culo, el conductor resultó ser precoz, no esperaba que acabase tan pronto, pero a los minutos, empezó a gritar y seguidamente largo un chorro de semen dentro de mi garganta que casi me ahoga. Comencé a toser y a escupir semen y saliva en gran cantidad, una gran cantidad de semen salió por mi boca chorreando desde mi mentón hasta mis tetas y estomago, las piernas del conductor cedieron y se quedó en el piso de la camioneta, respirando agitadamente. Sus amigos aguantaron unos cuantos minutos mas. Lucas fue el siguiente en acabar, antes de hacerlo me apretó las tetas delicadamente, pero cuando eyaculó dentro de mi culo, sus manos estrangularon mis tetas y no las solto inmediatamente, me las lastimó bastante, los moretones me duraron casi una semana. Sentía como su pija iba perdiendo tamaño hasta quedar totalmente flácida. 


Martín cuando vió que sus compañaeros habían acabado sacó su pija de mi concha y empezó a pajearse delante mio, se la machacó unas 10 o 12 veces hasta que largo toda su leche contra mis tetas, fueron 4 o 5 chorros cargados de semen, parecía una ***. 

Yo seguía muy calentita, seguía sentada sobre Lucas y me empecé a frotarme con mis dedos de la mano izquierda mi clitoris, y con los dedos de la mano derecha penetraba mi vagina, estuve unos minutos así hasta que tuve un orgasmo brutal que me dejo temblando. 

Después de la cogida los chicos quedaron practicamente mudos, parecían exhaustos hasta el extremo. Si era por mí seguía otra ronda, pero estoy segura que no me hubiesen podido seguir el ritmo. Me limpie como pude, el enchastre de leche que tenía por todo mi cuerpo. 

Les dejé mi tanga de recuerdo, se pelearon como niños por esta. Me vestí y les pedí que me dejaran en el garaje donde tenía mi coche. Me pidieron mi teléfono. Les dí uno falso. Ya que creo que no hay nada mejor que lo espontaneo. Si lo hubieses arreglado de ante mano, no hubiese sido tan especial la cogida que tuvimos. 


Comencé el camino a casa, eran las 3.40 de la madrugada, todo había transcurrido bastante rápido. Por el espejo retrovisor me dí cuenta que tenía semen en el cabello, ni me acuerdo en que momento llegó hasta ahí. 

Una vez en mi casa, limpie todo el semen que tenía en mi cuerpo y cabello, me bañe y antes de acostarme me masturbé pensando en la cogida que me habían dado los pendejos.












Estas cosas no pasan frecuentemente pero estar atentos, Pinchadoras hay en todas partes.

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